El primer ministro británico, presionado por el imparable ascenso del nacionalista Upik, ha anunciado la intención del su gabinete de establecer condiciones más severas para la entrada y estancia de trabajadores emigrantes en el Reino Unido. Por ejemplo, el trabajador que no obtenga un contrato laboral en seis deberá abandonar el país y para cobrar subsidios deberá demostrar cuatro años de permanencia, entre otros límites. Alemania había abierto el camino dos meses antes.
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